Comencemos esta percepción personal, con la respuesta
reveladora que Manuel de Falla reconocido músico de vida ascética y profunda
religiosidad dio a la pregunta que le hiciera José María Pemán en uno de los
tantos paseos que realizaron juntos por los bosques de la Alhambra… ¿Porqué tardó tanto, vaciló tanto, para
dar a Dios el honor y la gloria de su música?... A lo cual respondió Falla: “El
ideal de mi vida es escribir una Misa pero todavía no he encontrado las
armonías y melodías de la música que sea digna de ser ofrecida a Dios. Hacer el
“pastiche” de lo gregoriano y polifónico es negarle a Dios todo el
enriquecimiento de la música moderna; hacer música moderna para Dios es hacerle
entrar en promiscuidad con la pedantería laica y humanística que está en la
raíz de toda esa música… querría encontrar para hablarle a Dios una escritura
sonora que fuera a la música lo que la prosa de Santa Teresa es a la
literatura… pero claro… habría que ser Santa Teresa” (Vida y obra de
Manuel de Falla de Ángel Sagardía capitulo IX - Religiosidad y humanidad de
Falla pags 133 – 134 - editorial Escelícer
S.A– Canarias 38, Madrid España)
Sin tomar esto como un parámetro restrictivo y menos
como un posible juicio de valor, analicemos algunos aspectos que no escapan a la
mera observación; el tema no es nuevo...hagamos por tanto un breve recuento
histórico: sabemos que fundamentalmente la música religiosa se escribe para la
liturgia o culto, que fue así durante todo el Renacimiento con la escritura polifónica
y contrapuntística hasta culminar con Haendel y Bach en el Barroco... y a
partir principalmente de Mozart y Haydn también para la sala de concierto. También se ha escrito mucho sobre la "autenticidad religiosa" de la
producción de estos dos últimos compositores y también se ha escrito que el
clasicismo es uno de los estilos mas problemáticos en la historia de la música
religiosa, que presentaba dificultades que no eran problema en el campo de la
música secular; la hostilidad de la
Iglesia Católica hacia la música instrumental durante todo el siglo XVIII fue
uno de los factores de estas dificultades, no es ilógico que una institución
que descansa sobre la continuidad de la tradición tenga una postura conservadora; el rechazo a la música instrumental estaba profundamente motivado en el
concepto de que la música vocal siempre había sido considerada más apta para el
servicio religioso y la pureza que imbricaba la escritura a capella renacentística
era un valor simbólico. Además existía un conflicto musical ideológico: La música
debía glorificar o ilustrar el texto? Era la función de la música expresiva o
celebrativa?
Durante el romanticismo, aun cuando el estilo polifónico
renacentístico no quedo excluido del todo, sin embargo el uso de la armonía como
concepto generador, predominó en casi todas la Obras religiosas importantes
escritas durante ese periodo, grandes frescos, grandes masas orquestales y
corales que evidentemente no fueron concebidas para el recinto reducido del
templo y siguiendo el Pathos Romántico que predominó durante el siglo XIX...
encontramos que cuando el compositor estaba sublimado en espíritu por el
sentido profundamente sagrado o divino del texto religioso (generalmente en
latín) o además reflejaba la estrecha relación de su alma, en la expresión de
su fe o angustias existenciales... encontramos música consubstanciada con este
sentimiento y reflejo de una religiosidad que se comunica con mayor o menor énfasis según el
talento o genio del compositor, aun cuando la obra no haya sido destinada al
culto si no al concierto.
Podemos dar muchos ejemplos, que casi
todos conocemos, de los Maestros del pasado, sin embargo como nos ocupa la
música contemporánea, haré mención de algunos compositores polacos, cuyas
obras, en mi opinión no solo desde el punto de vista técnico y artístico
resultan al oído muy interesantes y vitales, si no que, entre otras razones
validas, su profundo sentido religioso que en ellas percibimos, pudiera derivarse,
entre otras razones, del largo periodo de represión Ruso comunista que
sufrieron el pueblo y la Iglesia polaca antes de su independencia y retorno a
la democracia social, sabemos que la obra del artista está estrechamente ligada
a las circunstancias de su vida y aún cuando hay excepciones, estas confirman
la regla.
Compositor: Przemyslaw Zych – Obra: Prayer ( Dusza moja)
Romuald Tardowski
---- Alleluja
Maciej Zoltowski ---- Victimae Paschali laudes
Alexander Kosciów
----- Krystus zmartwychwstal je
Pavel Lukaszewski Beatus Vir, Sanctus Adalbertus
Pavel
Lukaszewski Beatus Vir, Sanctus Martinus
Wojciech Widla - Psalm CL (150)
Edward Sielicki Jubilate Deo
Darius Lapinski Benedictiones
Grabado en vivo en 2003 en:
Jesuit Church Warsaw Poland –
Basilica de San Paterniano, Fano Italy
Sta. Cecilia Chamber Choir – Marta Jakubiec – Directora
(grabación y partituras a la disposición de los interesados)
(grabación y partituras a la disposición de los interesados)
Recomendamos también la audición
“desprejuiciada” de “La pasión según San
Lucas” de Kristof Pederecki - “Lux
Aeterna” de Gyorgy Ligeti – “Requiem”
de Sandro Gorli - Obras fundamentales de la Música Sacra Contemporánea, cuyas grabaciones
y partituras están igualmente a disposición de los interesados.
Igualmente resulta ilustrativo comparar estas Obras
con la audición y montaje de Eric Whitacre a propósito de su Obra
“Lux Aurumque” (www.You Tube.com) cuyo texto proviene de un poema de Edward Esch traducido al latín por Charles Anthony Silvestri y el "Gloria" de Vitautas Miskinis (www.You Tube.com) ambos reconocidos representantes de la tendencia actual.
Ahora veamos el otro aspecto del tema (haciendo un
poquito el papel de abogado del diablo) que ilustra la reflexión que nos ocupa
“ficción o realidad” en los siguientes puntos:
1) Si hacemos caso a la eterna e inútil diatriba musical entre
lo académico y lo popular que tanto daño ha hecho, sobre todo en el pasado,
podemos establecer que la Música Sacra en el ámbito vocal y coral se reputa
como lo más elevado, espiritual y artísticamente hablando, lo que
indudablemente le ofrece un “Status” distinguido a todo compositor inteligente
y de talento que decida cultivar el género como especialidad.
2)
El latín a pesar de ser hoy lengua “muerta” garantiza un
medio de comunicación universal con textos ya clásicos de la liturgia y
religiosidad.
3) Con excepción de algunos compositores contemporáneos modernos
que han utilizado las técnicas y lenguajes del modernismo musical del siglo XX
(que expusimos prolijamente en nuestra notícula anterior) en sus Obras
Religiosas, la mayoría de los compositores que hoy cultivan el género, no pasan
de utilizar fundamentalmente una armonía colorista matizada y modernizada con
elementos y conceptos sonoros cuyo “embeleso”
puede restringir y tergiversar el sentido religioso del texto latino utilizado.
4)
Muchos compositores actuales de Música Sacra, confunden
en sus Obras Religiosas belleza y funcionalidad armónica con la forma y el
contenido; belleza y funcionalidad a las cuales sacrifican, no solo elementos
importantes de la composición musical, como ya lo expusimos en Noticula anterior
(Ritmo – contrapunto - armonía del siglo XX - melodía en su expresión más pura
y acabada y no como una consecuencia deficiente de la “armonía tonal”) si no
también y a mi parecer lo más grave, sacrifican la expresión más profunda de su,
supuesta intima comunicación con “Dios, la Divinidad o lo Sagrado” siendo que
profesan y cultivan un género que en principio debiera ser fundamentalmente,
para ellos, y entre ellos y el público, un medio de consubstanciación con la
Divinidad.
Esto ha originado, en mi opinión, con
honrosas excepciones, una cantidad de Música
Sacra, “falsa” deficiente, poco
convincente, pesada, “gravemente seria” difusa y reiterativa de lugares comunes
(recetas) en todas las latitudes del orbe occidental… escuchamos estupefactos
por ejemplo, en Obras en boga, malas acentuaciones del texto en Latín, por una
melodía que al ser bastarda de la armonía, va a contramano de una métrica adecuada a la
acentuación natural de las palabras. “Este uso restrictivo de una armonía regodeada y almibarada,
determina que un buen número de
Composiciones Religiosas de hoy día estén bajo el signo de la “unción” el “encanto” la “suavidad”
lo “inefable” y lo “grave”… “como debe ser”… según apunta en su terminología, la encíclica
pontificia de 1955; ofreciéndonos, a través de sus “especialistas” una música Religiosa bastardeada, empañada de
cierta tradición a lo 1900 y de cierto espíritu de Salón falsamente religioso”
(Música
Religiosa – Enciclopedia de la Música tomo IV pags. 100 – 101 – 102 - 103) Salvat Editores.
En cuanto al progreso técnico musical
alcanzado por los más grandes compositores de la música moderna contemporánea:
Debussy – Ravel – Stockhausen – Messiaen – Boulez- Schoemberg – Bartok – Prokofiev
– Stravinski – Lutoslawski – Ligeti -
Petrassi – Penderecki; por nombrar algunos, encontramos mucho rechazo a priori,
por ignorancia y desconocimiento, entre muchos compositores y directores
contemporáneos y en la “Iglesia
Católica, que se ha opuesto en varias ocasiones a que se rebasen los “justos límites” con la “infiltración”
de elementos “insólitos y extraños” al culto Divino, “que corromperían” la música religiosa, llegándose al extremo, en el
Congreso Internacional de Música Religiosa de Roma en 1950 a plantearse una
eventual condena de la música
serial” Por esto y otros factores de orden artístico, la música religiosa
está hoy en plena decadencia, no tiene ni ofrece la influencia vivificante de
las grandes corrientes del pensamiento musical moderno contemporáneo y salvo
algunas páginas excepcionales no hallamos este
tipo de música en Debussy – Ravel – Falla – Stravinski - Prokofiev – Messiaen – Schoemberg - Bartok - Berg – Webern - Boulez – Ligeti – Lutoslawski”
(Música Religiosa – Enciclopedia de
la Música tomo IV pags. 100 – 101 – 102
- 103) Salvat Editores.
En justicia, debemos mencionar a dos
importantes compositores eslavos: Arvo
Part (Passion Domini nostri Jesu
Christo Secundum Joannem) - Lajos Bardós (Libera Me – Ave Maris Stella Magníficat) cuyo talento e ingenio
creativo, ha encontrado atractivas y originales sonoridades en el Coro (no de
vanguardia) en combinación con una métrica integrada al ritmo en función de la
armonía, lo cual, entre otras características, pudiera ser determinante en la percepción del sentido religioso de su música.
Estas impresiones y reflexiones que
de un tiempo acá, ocupan parte de mi actividad, dedicada a un pensamiento
crítico sobre la música instrumental y vocal, en la adecuada y oportuna
utilización de las técnicas y elementos modernos de la composición musical,
determinaron la necesidad de investigar sobre el tema para encontrar en otros
juicios críticos autorizados, puntos de coincidencia y divergencia que
arrojaran más luz y soporte a lo que en la práctica he venido experimentando
como compositor y director activo con el estudio y la audición en vivo y
grabaciones de las Obras más difundidas y en boga de los Compositores de música
coral y vocal más afamados y actuales.
Como acicate a la imaginación
creativa religiosa, exponemos la siguiente consideración que a pesar de
responder a una percepción muy personal, pudiera igualmente ser tomada en
cuenta a la hora de evaluar integralmente esta reflexión y me refiero a como percibo
la relación del hombre con Dios y con el Cosmo, que aún en los místicos y ascetas y sobre todo
en los ateos, no es normalmente beatífica, afable, untuosa, inefable,
almibarada, es por el contrario, recia, contradictoria, áspera, de rechazo ante
lo pueril, plena de incertidumbre, dudas e interrogantes, soberbia, rara vez
humilde y preñada de temores ante lo desconocido, por lo que, mal entonces
puede contagiarnos de su religiosidad y profundo sentido de la interrelación de
lo humano con lo divino, una música “almibarada” "untuosa"
"afable" "laxa" regodeada exclusivamente en el color
armónico, más propia de un público poco cultivado
y limitado por la “moda” y orientado por la opinión “crítica” colectiva de
“diletantes melómanos”.
Podemos concluir de manera abierta,
esta reflexión sobre las causas de la decadencia en la Música Coral Sacra o Religiosa actual,
diciendo que “lo mismo que en la
música profana, en la música religiosa, lo esencial no es “aderezar” las armonías para que suenen “modernas” si no tener conciencia de la renovación de todos los
componentes del lenguaje musical de modo adecuado a los tiempos actuales con
formas, técnicas y contenidos, enteramente imaginativos, evitando así que la
creación permanezca atada, fundamentalmente al elemento armónico”. (Música
Religiosa – Enciclopedia de la música tomo IV pags. 100 – 101 – 102 - 103)
Evidentemente la música coral y vocal
no puede como la música instrumental ser "pura"...
(es decir el sonido en representación de sí mismo, como arte integrado
exclusivamente a las ciencias del ritmo, la armonía, el contrapunto y la
melodía, sin evocaciones ni expresión de sentimiento alguno, según preconiza
Stravinski y como se ha dicho de la música instrumental de Beethoven y Brahms)
desde el mismo momento en que responde a un texto al cual debe estar íntima e
indisolublemente ligada.
Francisco Zapata Bello
Francisco Zapata Bello
Fuentes consultadas:
Enciclopedia de la Música tomo IV - La Música Religiosa (pags. 100 –
101 102 – 103) - Salvat Editores S.A. Mallorca 43 Barcelona España
Titulo de la obra original ENCICLOPEDIE DE LA MUSIQUE. Publicada por Fasquelle
Editeurs – París
Imprenta Hispanoamericana S.A –
Mallorca 51 Barcelona – España.
La Música Coral por Arthur Jacobs – Taurus Ediciones: Altea - Taurus -
Alfaguara S.A - Madrid – España.
Enciclopedia de la Música por Fred Hamel y Martin Hurlimann
Ediciones Grijalbo S.A. Barcelona – España.
Vida y obra de Manuel de Falla de Ángel Sagardía -
Editorial Escelícer S.A –
Canarias 38, Madrid - España
The Classical Style: Haydn
- Mozart - Beethoven By Charles Rosen
Faber
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La Pasión según San Lucas de Kristof Penderecki
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